jueves, 2 de agosto de 2007

La Biblioteca (2ª parte)

Ya estaba en la sala adecuada, era grande y estaba bien iluminada, era una gozada ver todos aquellos libros a su alrededor, se dispuso a buscar lo que necesitaba, en la sección de Jane Austen, efectivamente, había muchos libros, pero sólo tenía un problema, la mayor parte de ellos estaba en inglés, y su nivel no era tan bueno como para aprovechar bien el contenido del libro, se perdería matices importantes, y también perdería el hilo de la acción en alguna ocasión, de todas formas decidió coger el libro y pedirlo prestado, si luego veía que se le hacía muy cuesta arriba ya pensaría lo de buscarlo en español en otro sitio. Miró el reloj, era temprano, tal vez podría sentarse allí mismo y empezar la lectura, había visto diccionarios de inglés en otra estantería al frente cuando entró, seguro que en ese ambiente tan silencioso y envolvente, le cundía incluso más.

Efectivamente, enseguida se enfrascó en la lectura, y el tiempo pasó rápidamente, tanto que cuando oyó por los altavoces "... en tres minutos la biblioteca cerrará sus puertas", pensó que ya no tendría tiempo de ir al mostrador de préstamo, así que dejó el libro en su sitio con la intención de volver al día siguiente y continuar donde lo había dejado. Salió rápidamente por la puerta de la derecha hacia la escalera, pero esa no era por la que había subido, por un momento se desorientó y pensó que no sabía dónde estaba, respiró hondo y se dijo a sí misma: no tengo que buscar ninguna sala, sólo quiero llegar hasta la puerta, de modo que sólo tengo que bajar la escalera, por fuerza tengo que llegar a la calle, esté dónde esté; así lo hizo y por supuesto llegó hasta la puerta principal, salió al sol y se sintió libre. Si su madre le preguntaba al llegar a casa ella no reconocería que se había angustiado por un momento, además ese edificio no podría con ella, mañana volvería y lo exploraría de arriba abajo, aunque diera veinte vueltas, lo dominaría y además rápido. Por supuesto que sí.

La Biblioteca (1ª parte)

La biblioteca estaba algo triste ese día de vacaciones, con sus salas vacías y el runrún del aire acondicionado, Lorena miraba todo con timidez y curiosidad, había muchas salas que explorar, y, además, le habían recomendado que se fijara bien en la escalera que tomaba para subir y volviese a bajar por la misma, no se fuera a perder en el edificio. Lorena nunca se había perdido en ningún edificio y no pensaba perderse en éste tampoco, vaya tontería, seguro que se lo habían dicho porque la consideraban pequeña todavía y eso que estaba a punto de cumplir los 15, pero empezaba a sospechar que sus padres la verían pequeña por toda la eternidad.
La idea de ir a esa biblioteca se la habían dado en casa, seguro que allí encontraría el libro de Jane Austen que ella estaba buscando, "en esa facultad hay una especialista en esa autora y se compran muchos libros sobre el tema, ve, seguro que lo encuentras", de momento, lo único que Lorena deseaba encontrar era la sala adecuada, resultó que estaba en una entreplanta a la que se llegaba por dos escaleras distintas, esto empezaba a parecer una conspiración, pero no podrían con ella, no se iba a perder, desde luego que no. (Continuará...)